CAN - Historia del amor de un padre por su hijo

Esta es la historia de un australiano llamado Dick Hoyt y su hijo Rick, que nació con una parálisis cerebral que lo dejó en silla de ruedas para toda la vida. Sus expectativas de calidad de vida eran bajísimas pero su padre, deportista aficionado, le llevó a participar junto a él en una carrera empujando su silla de ruedas. Esa carrera marcó un antes y un después en la vida de ambos. Ese día le dijo a su padre: "es la primera vez en mi vida que no me he sentido discapacitado". Aquellas palabras calaron hondo en Dick y después de 4 años haciendo carreras a pie, se planteó hacer un triatlón junto a su hijo. Tuvo que aprender a nadar y volver a coger la bicicleta, olvidada desde que era un niño… El australiano, de aproximadamente 60 años, inscribió a su hijo y a él mismo en el Ironman de Australia. Esta es una prueba muy dura para gente fuera de seriefuerte, con mentalidad ganadora, y con convicciones realmente fuertes. Terminar un Ironman es algo fuera que está al alcance de muy pocas personas. La prueba está compuesta de tres partes comenzando casi siempre al amanecer:
1.- Nadar en el mar o lago un tramo de 4 km (con el frío de la mañana).
2.- Terminar de nadar y coger la bicicleta para hacer una ruta de 180 km ininterrumpidos, con subidas y bajadas muy pesadas.
3.- Acabada la ruta en bicicleta, se termina la prueba con una maratón de 42.5 km, lo cual es una prueba extremadamente agotadora tanto física como mental. Los campeones del mundo lo hacen en 8 horas y 15 minutos aproximadamente. Uno de los tantos que compitieron (un mejicano) terminó el pasado fin de semana su primer Ironman de Australia con un tiempo de 12 horas y 8 minutos. El australiano de la historia lo terminó en casi 17 horas, donde las autopistas, circuitos, etc. son cerrados para el tránsito de los lugareños y continuar la vida como cualquier otro día, pero en este caso al ver la prueba y quién la estaba realizando, la dejaron cerrada hasta que la terminaran por completo hasta el punto en que hasta se hizo de noche.

Y llevan más de 25 años corriendo juntos. Tremendamente emotivo, digno de admiración y ejemplo de coraje, amor y superación, el vídeo se llama CAN (PUEDO).